Francia, Hungría y Turquía engrosan la lista de gobiernos que ratificaron o informaron su decisión de extraer las tropas de suelo afgano antes del día 31 de este mes, cuando oficialmente culmina la retirada del ejército de la nación norteamericana.
En tanto el Departamento de Estado de ese país citó ‘amenazas de seguridad’, sin precisar su origen.
El ministro de Defensa australiano, Andrew Hastie, dijo, en declaraciones a una radio local, que ‘el riesgo de un ataque suicida con explosivos es muy elevado’.
Por su parte el secretario de Estado británico de las Fuerzas Armadas, James Heappey, aseguró que la amenaza era ‘seria e inminente’ aunque afirmó que las evacuaciones no se suspenderán y que habrá vuelos que despegarán durante esta jornada.
En ese contexto el primer ministro francés, Jean Castex, declaró a la emisora RTL que tras la retirada de Estados Unidos ‘será imposible continuar las extracciones’.
Nuestro país hará todo lo posible para mantener el dispositivo durante el mayor tiempo posible, pero su fin precederá unas horas a la salida de los militares y al personal de nuestra embajada que continúa en el terreno, dijo la fuente gubernamental.
De su lado el gobierno de los Países Bajos informó en una carta al Senado de los Estados Generales (Parlamento) que hoy se realizarán los últimos vuelos desde Afganistán.
Es un momento doloroso porque significa que, pese al gran esfuerzo del periodo reciente, gente que reunía las condiciones para ser evacuada a nuestro país se quedará atrás, señala la misiva. El personal diplomático y militar neerlandés también será repatriado en esos últimos vuelos.
Tras conquistar las principales ciudades del país, los talibanes entraron el día 15 en Kabul, la capital afgana, sin enfrentar oposición luego de la retirada de las tropas de Estados Unidos.
Los insurgentes avanzaron en una ofensiva relámpago que culminó en pocos días con la toma del poder político en la nación islámica.
El nuevo escenario generó preocupación en muchos gobiernos que decidieron evacuar a su personal pese a declaraciones de los líderes talibanes sobre garantías de seguridad para los ciudadanos y las misiones diplomáticas.
Por otra parte la victoria insurgente despertó incertidumbre sobre la capacidad de respuesta de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ante situaciones de crisis.
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