Desde el 14 de agosto, el día antes de la toma de Kabul, capital afgana, por los talibanes, Estados Unidos evacuó a 82 mil 300 personas, dijo Blinken, citado en medios locales.
Aunque el presidente Joe Biden no muestra intención de cambiar la fecha para poner fin al esfuerzo de evacuación, sí solicitó planes de contingencia al Departamento de Estado y al Pentágono en caso de que se necesitara más tiempo después de la fecha prevista.
En unas breves declaraciones durante una reunión virtual de emergencia la víspera con los líderes de los aliados más cercanos de Estados Unidos, Biden hizo de los riesgos de seguridad para el personal de su país sobre el terreno un punto central de su argumento para mantener el plazo de retirada autoimpuesto.
Sin embargo, ello suscitó el escepticismo generalizado de líderes internacionales e incluso de algunos legisladores de su propio partido, que se preguntan cómo se puede evacuar de forma segura a un grupo de ciudadanos estadounidenses y a miles de colaboradores afganos en una semana, reseñó el diario The Hill.
Los talibanes advirtieron en un inicio que no aceptarán una prórroga del plazo de evacuación. ‘Mi mensaje a los estadounidenses es que saquen a todos sus ciudadanos antes del 31 (de agosto)’, indicó Zabiullah Mujahid, portavoz del grupo armado.
El gobierno de Biden tuvo que acelerar su repliegue del territorio afgano en contra de todos los pronósticos, una partida caótica que a no pocos recuerda la huida en 1975 de Saigón (en la actualidad Ciudad Ho Chi Minh) a causa de la humillante derrota en Vietnam, opinan algunos analistas.
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