Según denuncias de las autoridades los remanentes de grupos armados ilegales en Deraa asesinaron a 250 integrantes del Ejército y la policía, 18 alcaldes y 116 civiles, así como causaron lesiones a unos 500 civiles y soldados.
Esta provincia estaba supuestamente libre del terrorismo en el verano de 2018 tras un proceso de reconciliación patrocinado por Rusia, en el que los extremistas entregaron sus armas medianas y pesadas, mientras el resto salió a la provincia septentrional de Idlib.
Tensa situación prevalece en esta provincia debido al rechazo de las agrupaciones terroristas a la reconciliación propuesta por el Ejército sirio.
Mientras tanto, salieron ocho hombres armados del vecindario de Deraa al-Balad, en la cabecera provincial hacia el norte del país, en cumplimiento de un acuerdo alcanzado por mediación rusa entre el Ejército sirio y los grupos terroristas.
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