Al cumplirse este sábado el aniversario 58 del histórico discurso de Martin Luther King ‘I have a dream’ (Yo tengo un sueño), las concentraciones adquieren una mayor connotación, cuando el derecho al voto está en el centro de atención pública y existe una ofensiva de los republicanos que pretende restringirlo.
Las movilizaciones en esta capital comenzaron en la plaza McPherson, a lo largo de la también plaza Black Lives Matter (BLM), hacia el National Mall.
‘¿Qué queremos? El derecho al voto. ¿Cuándo lo queremos? áAhora!’, gritó un grupo de manifestantes que marchó con carteles del movimiento BLM.
La legislación es una de las principales prioridades demócratas después de las elecciones del pasado 3 de noviembre, aunque recientemente líderes de derechos civiles expresaron cierta frustración con el presidente Joe Biden.
En un carta enviada al mandatario, lo culpan de no explotar todo su ‘capital político’ para lograr que avance la iniciativa legislativa.
Aunque pase en la Cámara de Representantes, cualquier medida sobre el derecho al voto se enfrenta a una ardua batalla en el Senado, donde los demócratas no tienen los sufragios necesarios para superar un filibusterismo legislativo.
Mientras, los de la fuerza roja continúan obcecados con las falsas afirmaciones del expresidente Donald Trump de que las pasadas elecciones fueron robadas.
Actualmente las legislaturas controladas por el Partido Republicano en diferentes estados de la Unión consideran o aprobaron proyectos de ley que limitarán el acceso a las urnas.
Según la organización March On, 48 estados introdujeron 389 proyectos de ley desde enero, que equivalen a una ‘supresión total de los votantes’, reseñó el diario The Hill.
Hay reportes de concentraciones en Atlanta, Houston, Miami y Phoenix, ciudades en las que pasaron controvertidas medidas sobre el voto.
En Atlanta, el activista de los derechos civiles Ben Jealous se dirigió a la multitud en un cántico que animaba a Biden a pedir el fin del filibusterismo en el Senado.
‘áOye, oye! áOye, Joe! El filibusterismo tiene que desaparecer’, coreó en el acto, celebrado frente a la Iglesia Bautista Ebenezer, de la cual Martin Luther King fue pastor.
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