Según científicos de universidades de Estados Unidos, Australia y Canadá, esa teoría también se aplica a muchas plagas, patógenos y especies de vectores, de ahí la alerta sobre una estrategia general necesaria para comprender y estimar su potencial de adaptación climática por los peligros que representa para la salud humana.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) precisó que las enfermedades transmitidas por mosquitos son una importante carga para la salud pública, causando aproximadamente 500 millones de casos y millones de muertes en todo el mundo cada año, precisó la publicación.
Asimismo, el estudio señaló la existencia de ‘presiones selectivas y el material genético en bruto’ necesarias para la adaptación evolutiva de esos insectos que probablemente garantizan la supervivencia al aumento de las temperaturas y continúen siendo uno de los principales portadores de enfermedades.
Esa adaptación se vuelve fundamental a la hora de elaborar modelos predictivos precisos y preparación para la salud pública, continuó el artículo, que mencionó los mecanismos principales para la respuesta de los culícidos.
El primero de estos consiste en rastrear temperaturas adecuadas a través de cambios de rango, mientras que el segundo se basa en evitar o hacer frente temporalmente a parámetros estresantes a través de la plasticidad fenotípica.
Para los mosquitos, las respuestas plásticas potencialmente importantes incluyen cambios en los patrones de actividad, comportamiento de picadura o selección de microhábitats, aclimatación térmica e inicio de la latencia, confirmó el estudio internacional.
Por ello, la investigación propone futuros experimentos para permitir realizar mejores estimaciones del potencial de adopción de los mosquitos y sus implicaciones para el futuro de las enfermedades transmitidas por los mismos.
Asimismo, la elaboración de predicciones más concretas sobre la persistencia y adaptación de esos insectos bajo el calentamiento global requerirá estudiar más a fondo aspectos como el grado de heredabilidad de la tolerancia térmica y el papel de la plasticidad fenotípica.
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