Teniendo en cuenta los crecientes desafíos y amenazas que enfrentan los trabajadores de los medios de comunicación, así como sus familias y propiedades, instamos a las Naciones Unidas y los países donantes a tomar medidas para salvar nuestras vidas y la de nuestras familias, se lee en la misiva rubricada por 150 periodistas.
Los profesionales de la comunicación subrayaron que el mundo no debe simplemente retroceder y observar la situación, sino que tiene la responsabilidad de tomar medidas para defender a los periodistas afganos que han trabajado incansablemente durante las últimas dos décadas por la libertad de expresión.
Vivimos en la incertidumbre. No sabemos qué pasará con nosotros y nuestro futuro. Los países del mundo deben escuchar nuestra voz, señala el documento.
La carta llega después del colapso del gobierno afgano el pasado 15 de agosto tras la entrada del movimiento Talibán en Kabul; desde entonces, numerosos reporteros y personal de los medios, principalmente mujeres, ya no trabajan y viven en la incertidumbre.
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