La norma tiene como objeto crear un marco regulatorio que permita el uso y acceso vigilado y controlado del cannabis y sus derivados con fines médicos y científicos en el territorio nacional, según el texto, que espera ahora por la decisión del Ejecutivo de si la promulga o no.
También busca regular la evaluación, seguimiento y control de las actividades de importación, exportación, cultivo, producción, fabricación, adquisición a cualquier título, almacenamiento, transporte, comercialización, distribución, uso de las semillas y de derivados para fines médicos y científicos.
Simultáneamente al debate en el Parlamento, el diario La Prensa publicó una denuncia bajo el título ‘Cannabis, el viaje secreto de 5 funcionarios a Estados Unidos’, donde aseguraron que representantes de la empresa Canna Med Panama S.A., dijeron que la invitación y los costos del viaje y estadía corrieron por su cuenta, y que los directivos lo sabían.
Ante la acusación pública, el Ministerio de Salud (Minsa) solicitó a la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información que examine si ello ‘constituye una infracción a las normas del Código Uniforme de Ética de los servidores públicos que laboran en las entidades del gobierno central’.
En otro artículo posterior, el medio amplió la investigación del hecho y aseguró que la empresa involucrada tenía desde antes un polígono de ensayos en la isla privada San José, donde dispone de unas 40 hectáreas listas para el cultivo y procesamiento del cannabis.
Los países que aprobaron antes en América el empleo terapéutico de la planta son Chile, Perú, Paraguay, Puerto Rico, Argentina y Colombia, según resumen del canal estadounidense CNN en Español, el cual aseveró que en 30 estados de Estados Unidos también se permite para tales fines.
Otras naciones como Uruguay, Canadá y México, despenalizaron la marihuana para uso como psicotrópico o ‘recreativo’, lo que también se permite en 15 estados de la unión americana.
En diciembre pasado, una revisión de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre los beneficios médicos y terapéuticos que los derivados de esta planta, influyó en que la Comisión de Estupefacientes de la ONU retiró la marihuana de la lista de drogas ilícitas, aunque solo para uso medicinal.
Una información publicada en el sitio de Naciones Unidas explicó el debate sobre el tema y dejó claro que a pesar de tratamientos eficaces con las sustancias activas extraídas del cannabis, ese estupefaciente ‘continúa planteando riesgos importantes para la salud pública’ y continúa su fiscalización y control.
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