En conferencia de prensa conjunta tras reunirse con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, el jefe de la diplomacia armenia comentó que Moscú desempeñó un papel clave en el cese de las hostilidades con Azerbaiyán en torno a ese enclave en disputa.
El conflicto en las inmediaciones de Nagorni-Karabaj se intensificó el 27 de septiembre del año pasado, cuando comenzaron los enfrentamientos entre fuerzas de ambos países hasta el 9 de noviembre de 2020.
Entonces, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Azerbaiyán, Ilham Aliyev; y el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, firmaron una declaración conjunta sobre el cese total de los enfrentamientos en esa región.
En lo adelante, las partes azerbaiyana y armenia se detuvieron en sus posiciones ocupadas, varias regiones quedaron bajo el control de Bakú y Rusia desplegó fuerzas de paz a lo largo de la línea de contacto y el corredor de Lachín.
Tras el fin de las operaciones militares, siete distritos colindantes a Nagorni-Karabaj quedaron bajo el control de Bakú y las provincias armenias de Siunik y Gegharkunik comenzaron a compartir frontera con Azerbaiyán.
La situación de calma cambió a partir del pasado 12 de mayo, cuando el Ministerio de Defensa armenio acusó a las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán de intentar realizar ‘ciertos trabajos’ con el fin de ‘ajustar la frontera’ en uno de los puntos limítrofes con la provincia de Siunik.
A partir de ese momento, Erevan y Bakút reportan frecuentes incidentes en la línea divisoria entre ambos países.
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