En declaraciones a la cadena Sky News, Raab dijo que se trata de ‘unos pocos cientos’, cuya elegibilidad para ser evacuados no estaba clara pues carecían de documentos.
El jefe de la diplomacia británico aseguró que su oficina está en contacto con terceros para facilitarles los trámites en caso de que esas personas puedan llegar a la frontera de países como Pakistán.
El Reino Unido dio por concluido el domingo pasado la evacuación de sus ciudadanos y de los afganos que colaboraron con las tropas británicas durante los 20 años que duró la ocupación de Afganistán por la coalición internacional, liderada por Estados Unidos.
Washington también retiró la víspera a sus últimos soldados, en cumplimiento del acuerdo alcanzado el año pasado con el movimiento Talibán, que el 15 de agosto recuperó el poder luego de dos décadas de lucha, y este martes se hizo con el control absoluto del aeropuerto de Kabul.
El gobierno conservador del primer ministro Boris Johnson, y Raab en particular, enfrentan una lluvia de críticas por su manejo de la crisis afgana, sobre todo por su presunta falta de visión para preparar la evacuación y prever la victoria de los insurgentes.
El exjefe del Ejército británico, general retirado Richard Dannat, acusó días atrás a las autoridades de Londres de ‘quedarse dormidas,’ pese a haber sido advertidas con antelación de que los intérpretes y otros trabajadores afganos corrían peligro una vez que concluyera la retirada de las tropas extranjeras.
Los laboristas criticaron a Raab por supuestamente pasarse seis meses sin hablar con sus contrapartes afgana y pakistaní, algo que el canciller británico negó de forma vehemente este martes.
Según el ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, la operación de evacuación comenzó en abril pasado y desde entonces más de 17 mil personas, entre ciudadanos británicos y colaboradores afganos, fueron sacados del país surasiático.
npg/nm