En la comisión de Presupuesto del Parlamento Europeo, Hahn ratificó que persiste la proposición de pagos aunque la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no logre en octubre concretar su acuerdo.
El pacto en cuestión se trata de un nuevo sistema global de tributación que requiere la culminación de los trabajos técnicos de la OCDE, y fue firmado por 130 países de los 139 que participan en las negociaciones internacionales.
‘No esperaremos para siempre’, dijo al referirse a la cita del G-20 que debe validar el convenio y cuyo resultado podría influir en el diseño de la tasa digital europea en la que trabaja la CE, solucionar algunos elementos controvertidos, e incluso la modificación del diseño.
Debemos esperar para plantear un paquete equilibrado con las máximas posibilidades de ser aprobado por los Estados miembros en unas negociaciones ‘que no serán fáciles’, indicó el ejecutivo.
A mediados de julio, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, conminó a la Unión Europea a reconsiderar el proyecto de tasa digital por considerarlo discriminatorio para las empresas norteñas.
Yellen, además, exhortó al bloque comunitario a abstenerse de instaurar medidas similares en el futuro.
En ese propio mes, los ministros de Finanzas del G20 aprobaron un acuerdo para la imposición de un impuesto a las multinacionales, con el objetivo de poner fin a los paraísos fiscales y que deberá entrar en vigor en 2023.
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