Tres meses atrás Carlos María Uriarte, al frente de Ganadería y Agricultura, luego de críticas por caídas de exportaciones cárnicas a China y conflictividad con la Intendencia de Montevideo, salió del gabinete ejecutivo de coalición de partidos de derecha.
Apena hace una semana el ministro de Turismo, Germán Cardoso, corrió la misma suerte, después que un cesado director lo acusó de realizar costosas compras directas de servicios, a favorecidas empresas, sin respetar procedimientos de licitación.
El ahora en la mirilla Peña, asumió el liderazgo del sector colorado Ciudadano que desempeñaba el renunciante canciller Ernesto Talvi, en julio en 2020.
Según el sindicato de trabajadores de la cartera de Ambiente creada en diciembre por la Ley de Urgente Consideración (LUC), el titular firmó compensaciones salariales con escala o nula transparencia.
En carta enviada expusieron una extensa lista de críticas por decisiones en ese sentido ‘poco fundamentadas’ que parecen ‘más una lista de favores que un proceso planificado’ para impulsar la gestión ambiental.
La gremial también denunció recientes contrataciones por montos superiores a los ingresos que reciben los trabajadores provenientes del desagregado Ministerio de vivienda, a cargo de una representante del partido de coalición Cabildo Abierto.
Esas decisiones ‘fomentan la precarización laboral y evidencian salarios sumergidos no acordes a las responsabilidades y competencias’, alegan los sindicalizados empleados.
Para el secretario general del Partido Comunista de Uruguay, Juan Castillo, la caída de cuatro ministros, sumado Pablo Bartol, en Desarrollo Social, en solo 16 meses de gobierno demuestra falta de preparación.
En tanto el exministro de Transporte y actual del Interior Luis Carlos Heber, del Partido Nacional encara una moción de censura e interpelación del Frente Amplio por firmar un acuerdo de monopolio portuario a una multinacional y la fuga carcelaria de un narcotraficante en circunstancias confusas.
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