En un comentario publicado en su cuenta de Twitter, el gobernante consideró inaceptable que los futbolistas fueran insultados, e instó a la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA) a tomar medidas fuertes contra los responsables, para garantizar que ese tipo de comportamiento sea erradicado de los estadios de una vez por toda.
La selección de Inglaterra derrotó 4-0 la víspera a su similar de Hungría en un partido de las eliminatorias para la Copa del Mundo prevista para celebrarse en Qatar el año próximo.
Según reportó la prensa británica, al inicio del encuentro jugado en Budapest, la afición local abucheó a los ingleses cuando hicieron el ya tradicional gesto de poner rodilla en tierra en rechazo al racismo.
Durante el juego también se escucharon cánticos racistas dirigidos en particular contra Raheem Sterling y Jude Bellingham, dos de los jugadores negros del equipo.
La cadena BBC informó este viernes que la FIFA prometió investigar los incidentes, aunque aclaró que está a la espera de recibir los informes de los oficiales y delegados que estuvieron presentes en el estadio.
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