La ciudad, a 370 kilómetros al sureste de Seúl, sufrió daños a la propiedad por valor de ocho mil 800 millones de won (7,6 millones de dólares), según cifras de la autoridad estatal de gestión de desastres.
Moon tomó la decisión para potenciar el apoyo financiero del Gobierno en el trabajo de recuperación, fondos de ayuda para las víctimas y otros beneficios.
Entre los planes gubernamentales está el recorte temporal en las tarifas de gas y electricidad.
A su paso por suelo surcoreano el pasado 24 de agosto, Omais dejó inundadas carreteras y viviendas, y forzó la evacuación de más de mil personas en las ciudades sureñas que encontró en su camino, aunque no dejó víctimas mortales.
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