La marca Café de El Salvador sacó una edición especial en el llamado ‘Mes Cívico’ (septiembre) para honrar el aniversario redondo de la proclama emnancipadora de América Central. ‘Desde hoy, Café de El Salvador se pinta de azul y blanco con la edición especial Bicentenario, una selección de lo mejor de nuestro grano de oro’, declaró el ministro de Agricultura, David Martínez.
Amén del trasfondo patriótico, la inicitiva responde a las nuevas estrategias para posicionar el café de altura salvadoreño en el mercado internacional.
De hecho, en agosto pasado el Consejo Salvadoreño del Café y la Alianza por la Excelencia del Café promocionaron en una subasta virtual a 24 marcas locales galardonadas en el certamen Taza de la Excelencia.
En dicha puja destacó el café pacamara producido en la finca Mileydi en La Palma, Chalatenango, un poblado famoso por su arte ‘naif’ y por ser la cuna de los diálogos que condujeron al fin del conflicto armado.
Antaño venerado como su ‘grano de oro’, el café salvadoreño lucha por recuperarse de una plaga de roya, el abandono estatal, la sangría financiera de los intermediarios y la inseguridad en los cafetales.
oda/cmv
















