Por tal concepto ingresaron mil 468 millones de dólares en enero último, precisó el Banco Central del país, cuyas estadísticas reflejaron en igual lapso del año anterior mil 386,5, y mil 180,7 en el primer mes de 2022.
El Banco de Guatemala calificó de positivo el comportamiento mostrado por las remesas familiares, debido –explicó- a los niveles elevados de empleo en Estados Unidos, lo cual aprovecha el mercado laboral latino o hispano.
El ingreso de divisas representó un registro histórico al concluir 2023, con 19 mil 804 millones de dólares, y las autoridades financieras prevén 21 mil 685 millones para el presente curso anual.
El promedio mensual de transferencias en la nación de enero a diciembre del año precedente fue de mil 500 millones, lo que significó unos 50,1 millones diarios, dos millones cada un minuto, según datos oficiales.
En el 2023 las mayores entradas del exterior ocurrieron en enero y febrero (mil 861,3), mientras los números totales situaron a la nación como la segunda en América Latina, después de México.
De acuerdo con las previsiones de las entidades monetarias respecto al cierre de este año, el ingreso de estas divisas equivaldría al 19 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) o más.
Estimaciones describieron 1,3 millones de guatemaltecos viviendo en Estados Unidos en 2020, un 44 por ciento más que en 2013, por encima de la mitad en condición de irregulares.
Los departamentos de Ciudad de Guatemala, Huehuetenango, San Marcos, Quetzaltenango, Petén, Alta Verapaz y Quiché concentran casi el 54 por ciento de esos recursos.
Las remesas, principal motor de la economía chapina, dejarían, igual que en ocasiones anteriores, bien por detrás a las exportaciones dominantes en el comercio exterior, como vestuario, café y banano.
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