‘Una serie de aspectos de la cooperación se encuentran en el limbo’ desde junio pasado, declaró el funcionario a la agencia de noticias Sputnik, a la vez que pidió a Teherán mostrar ‘la debida comprensión, ya que se requieren más esfuerzos para resolver este asunto’.
El viceministro de Asuntos Exteriores manifestó a la agencia de noticias TASS que Moscú está preocupado ‘por el rápido progreso que se está observando en el desarrollo de las capacidades de Irán en muchos aspectos de su programa nuclear’.
Aclaró que la preocupación no está relacionada con alguna violación de la nación persa de las obligaciones básicas del Tratado de No Proliferación Nuclear o del acuerdo de garantías con el OIEA, porque estos documentos no imponen restricciones al país en ese aspecto.
En tal sentido, Riabkov destacó que Teherán ha garantizado ‘la transparencia’ de los esfuerzos correspondientes.
Señaló que la inquietud está dada porque cada vez resulta más difícil la restauración del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) de 2015, firmado por Rusia, Estados Unidos, Reino Unido, China, Francia, Alemania, y que en 2018 abandonó Washington.
El convenio estableció limitaciones al programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales a la nación persa, pero luego del abandono norteamericano, Teherán comenzó a suspender sus obligaciones con el PAIC.
Según el vicecanciller ruso, ‘la situación se está volviendo más complicada, porque Teherán se está alejando cada vez más de los parámetros establecidos inicialmente en este acuerdo’.
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