Seguir aplazándolo sería poco menos que una cobardía y un gran fracaso para este nuevo gobierno y el Congreso, subrayó el material al insistir que la reforma migratoria la prometieron varias administraciones de la Casa Blanca, ‘y hemos estado cerca unas cuantas veces, pero continuamente nos quedamos cortos’.
La Ley de Ciudadanía de los Estados Unidos logrará, si se aprueba y promulga, modernizar el sistema, ofrecer los derechos en ese sentido a las personas trabajadoras de la comunidad, reunir a las familias y aumentar las oportunidades de inmigración legal, enfatizó.
Por su parte, FWD.us, grupo de presión afín, destacó el impacto económico de la población inmigrante en todo el país, la cual ‘agregó dos billones de dólares al producto interno bruto de la nación en 2016 y casi 500 mil millones de dólares en impuestos en 2018 que ayudan a pagar los servicios de los que todos nosotros dependemos’.
A su vez, una coalición de organizaciones recordó a los demócratas en el Congreso federal que ‘tienen todo el poder’ para aprobar el proyecto de ley sobre la reforma migratoria a través del proceso de reconciliación presupuestaria, que permitiría pasar una ley fiscal con la mayoría simple en las dos cámaras legislativas.
En un anuncio pagado difundido el martes a toda página en el periódico The New York Times, las agrupaciones expresaron: ‘este año podemos ganar la ciudadanía para millones. Los demócratas tienen todo el poder para lograrlo’ y más adelante reiteraron que necesitan la ciudadanía ahora.
La petición la dirigieron al presidente Joe Biden, a su vicepresidenta, Kamala Harris, al líder de la mayoría del Senado, Charles Schumer, y a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a quienes instan cumplir con la promesa de aprobar la reforma migratoria.
En junio último los demócratas de la Cámara Baja avalaron dos iniciativas que intentan dar acceso a la ciudadanía a titulares de los programas de Acción Diferida a Llegados en la Infancia (DACA), Estatus de Protección Temporal (TPS) y Partida Forzada Diferida (DED), así como trabajadores agrícolas, entre otros.
Los proyectos, que beneficiarían a unos 4,5 millones de inmigrantes irregulares, deben recibir el visto bueno del Senado, donde los republicanos ya plantearon su rechazo.
Por eso es que los demócratas buscan la reconciliación presupuestaria, una maniobra legislativa con la cual esquivarían los obstáculos de la oposición republicana y permitiría la aprobación del proyecto de ley con una mayoría simple de 50 votos, en lugar de los 60 que generalmente hacen falta.
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