Según el estudio, realizado por el Centro Stern de Empresas y Derechos Humanos de la Universidad de Nueva York, las plataformas tecnológicas no han logrado ‘autorregularse suficientemente’ por lo cual es necesaria la intervención del gobierno.
Los autores citan la irrupción de seguidores del expresidente Donald Trump el 6 de enero en el Capitolio, en esta capital, como ejemplo de que las redes sociales contribuyen a la polarización política de una manera que se manifiesta en daños en el mundo real.
No estamos hablando solo en abstracto, sino de consecuencias muy específicas que erosionan aspectos de la democracia y las relaciones civiles entre las personas y la confianza en las instituciones, comentó Paul Barrett, subdirector del Centro y uno de los participantes en el proyecto, citado por el diario The Hill.
El estudio solicita que el Comité Selecto de la Cámara de Representantes que investiga la insurrección dedique ‘amplios recursos’ a determinar cómo se utilizó la tecnología para incitar a la violencia el 6 de enero.
Incluso llama al presidente Joe Biden a persuadir a los legisladores y al público en general a combatir la polarización en línea para evitar ‘futuras versiones’ de los sucesos en el Capitolio.
Las sugerencias llegan mientras Washington, D.C se prepara para una concentración el 18 de septiembre en la que los participantes proTrump exigirán ‘justicia’ para quienes se enfrentan a cargos federales por atentar contra la sede de Congreso hace ocho meses.
Grupos de extrema derecha como los Proud Boys y Oath Keepers –varios de cuyos miembros fueron acusados de delitos penales relacionados con la insurrección- tienen previsto asistir, de acuerdo con los reportes de medios locales.
La perspectiva de esa concentración, dedicada a apoyar a las personas que se describen como ‘presos políticos’ y demás, es exactamente el tipo de evento que los medios sociales están ayudando a inflamar, dijo Barrett.
‘Los rescoldos están ardiendo en rojo, todavía no hay llamas, pero la capacidad de difundir mentiras y organizarse a través de las redes sociales es como echar gasolina, y ese es el peligro’, añadió.
El 6 de enero cientos de personas invadieron el Capitolio, forzaron la evacuación del Congreso y retrasaron el recuento de los votos del Colegio Electoral que certificaría la derrota del republicano y el triunfo del demócrata Biden en los comicios del 3 de noviembre de 2020.
Más de 140 policías resultaron heridos en la revuelta, que se saldó con cinco muertos.
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