Durante esta jornada, los militares se desplazaron por el sur de Quito, en los barrios considerados puntos rojos, con chequeos desde lugares fijos y móviles para fiscalizar vehículos y motocicletas.
Reportes preliminares indicaron que hasta el mediodía los uniformados no encontraron armas en las requisas realizadas, destinadas además a buscar municiones y explosivos.
Según anunciaron las autoridades, los controles serán permanentes en todos los cantones de la provincia Pichincha.
Quito, la capital del país, es una de las ciudades donde se ha incrementado la violencia y la delincuencia, con un alza en delitos como robos y asaltos a personas, domicilios, autos y locales comerciales.
Según datos de la Policía Nacional, el robo a Motos aumentó en 77 en lo que va de año, comparado con los reportes de 2019, mientras que en el caso de los comercios, el alza es de 104.
Las autoridades consideran que el patrón a tener en cuenta es el año 2019, pues en 2020 se redujeron todos esos indicativos, debido al largo período de confinamiento dispuesto por la pandemia de la Covid-19.
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