Una pasada, literalmente, entre el disfrute extraordinario ante obras de Picasso, Dalí, Joan Miró, Juan Gris, y de pronto la impronta fílmica de Luis Buñuel, la fotografía de Man Ray y la promoción de George Bataille y Carl Einstein.
Los territorios de la vanguardia: ciudad, exposiciones y revistas, es el nombre del cuarto episodio del Museo Reina Sofía en el reordenamiento de su colección, que se adentra en momentos históricos en los que nacieron precursores artísticos, entre finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Para guiarnos en el recorrido por los salones de la instalación, nadie mejor que su director, Manuel Borja-Villel, y la jefa de Colecciones del Museo, Rosario Peiró, quienes conversaron con Prensa Latina.
‘No se puede entender la modernidad sin analizar el hecho de que esta ocurre fundamentalmente en y a través de la ciudad, la exposición y la revista o el periódico’, comentó Borja-Villel.
La ciudad y la poesía moderna se encuentran completamente entrelazadas desde Charles Baudelaire. Si en otras épocas los creadores plásticos trabajaban fundamentalmente para espacios religiosos y palacios, en el XIX se instauran las salas de exposiciones, los salones, las galerías y, más tarde, los museos, precisó.
Los medios impresos, la revista, el pasquín o el periódico son esenciales para el debate de ideas y la agitación artística y política, acotó.
Por su parte, la experta Rosario Peiró valoró que ‘en la reordenación de la Colección, donde incluimos por primera vez la arquitectura, el espacio urbano tenía que levantarse como uno de los ejes vertebradores del nuevo discurso’.
La modernidad está relacionada con la evolución y la consolidación del espacio social urbano, que representa el escenario de la formación de la mentalidad moderna, añadió.
Son más de 400 obras -algunas expuestas por primera vez- de artistas plásticos tan diversos y significativos como Hans Arp, Rafael Barradas, María Blanchard, Buñuel, Dalí, Gris, George Grosz, Paul Klee, Jacques Lipchitz, André Masson, Miró, Francis Picabia, Picasso, Julio Romero de Torres u Olga Sacharoff.
Fotógrafos del rango de Brassai, José Ortiz Echagüe, Man Ray, Paul Strand o Lewis Wickes Hine; arquitectos como Ildefonso Cerdá; e influyentes pensadores y promotores del arte como Carl Einstein, y el surrealista Bataille, junto con el galerista Josep Dalmau.
Si faltaba colocarle un diamante a la joya de la corona, a un costado de la última sala visitada, la obra maestra del cubismo de Picasso, Guernica (o Gernikara en euskera) en sus 349,3 centímetros de alto por 776,6 centímetros de largo.
Hace cuatro días celebró el 40 aniversario de su regreso a España desde Nueva York, ante un pedido expreso del pintor malagueño de que no se expusiera en su país de origen hasta la llegada de la democracia.
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