En la clausura de la reunión del Consejo de Seguridad Colectiva, el presidente tayiko, Emomalí Rajmón, señaló que también decidieron continuar con la planificación e implementación de nuevas medidas para reducir y neutralizar las amenazas potenciales en el espacio de la organización.
Los mandatarios analizaron la situación en Afganistán y el peligro que representa para los países vecinos un desbordamiento del conflicto interno en ese país fuera de sus límites territoriales.
Tras la cumbre, los mandatarios adoptaron una declaración conjunta y firmaron un convenio de jurisdicción y asistencia jurídica sobre la presencia temporal de fuerzas y equipamiento militar en los territorios de estados miembros de la OTSC.
Según la declaración, Armenia, Belarús, Kazajstán, Kirguistán, Rusia y Tayikistán consideran inaceptable que algunos Estados utilicen organizaciones terroristas y extremistas para el ejercicio de sus propios intereses geopolíticos.
El documento subrayó la importancia de la cooperación a nivel bilateral, regional y global, bajo el liderazgo de coordinación de la Organización de Naciones Unidas, con el fin de aumentar la efectividad de la lucha contra tales peligros.
La OTSC reafirmó que su interacción en el campo político-militar no está dirigida contra terceros países y otras organizaciones internacionales, sino que sirve exclusivamente a los intereses de garantizar la seguridad de los Estados miembros.
En otra parte, el texto señaló que las naciones parte de esa alianza seguirán uniendo esfuerzos para evitar la carrera armamentística en el espacio y promover su preservación para uso con fines pacíficos.
Significó la necesidad de establecer un instrumento jurídico vinculante para prevenir el despliegue de armas fuera de la Tierra, además del uso o la amenaza de utilizar la fuerza contra objetos espaciales.
En tal sentido, destacó la iniciativa internacional impulsada por Rusia en 2004 que prohíbe a sus integrantes ser los primeros en desplegar armas en el espacio.
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