En diálogo con Prensa Latina el ingeniero destacó la existencia de una legislación en el país que regula el uso racional de la energía en los equipos de refrigeración para reducir las emanaciones contaminantes.
En esta jornada, cuando se celebra el Día Mundial por la Preservación de la Capa de Ozono, vale destacar que la mayor de las Antillas centra sus esfuerzos en el cumplimiento de sus compromisos relativos a eliminación paulatina del uso de sustancias nocivas al medio ambiente, afirmó Gómez.
Por otra parte con la entrada en vigor de la Enmienda de Kigali desde 2019, es posible contribuir aún más a la lucha contra el calentamiento global y el cuidado del entorno.
Ese acuerdo constituye un paso importante en los esfuerzos para reducir drásticamente las emanaciones de gases de efecto invernadero, afirmó el especialista.
Entre los objetivos a cumplir en un plazo de 30 años está reducir en un 80 por ciento la producción y el consumo de hidrofluorocarbonos (HFC), compuestos orgánicos utilizados en acondicionadores de aire y equipos de refrigeración que son sustituidos por otros químicos alternativos.
En tanto 17 entidades estatales cubanas se comprometieron con la eliminación de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO) para cumplir con lo pactado en el más eficaz y exitoso de los convenios mundiales en materia medioambiental, el Protocolo de Montreal, afirmó Goméz.
Todas esas acciones son gestionadas a través de una oficina técnica perteneciente al Centro de Gestión de la Información y Desarrollo de la Energía, institución adscrita a la Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
El Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal apoya con financiamiento a países en desarrollo con el objetivo de erradicar de manera gradual los HFC cumpliendo su cronograma de eliminación de sustancias contaminantes de la capa de Ozono previsto hasta el año 2030.
mem/ehl