La concentración, en apoyo a los detenidos en relación con el ataque del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos, está prevista para la tarde del 18 de septiembre y se espera que atraiga a cientos de personas a la capital del país, reseñan medios locales.
El legislador de Carolina del Sur instó a tomar ‘una línea firme’ en referencia a la presencia de la policía en el evento y ‘si alguien se pasa de la raya, tienen que golpearlo’.
Según informes del Departamento de Seguridad Nacional, unos 700 seguidores de Trump podrían asistir a la manifestación y, ante el anuncio, comenzaron a reforzar el perímetro de la sede del Congreso con vallas y barreras de seguridad.
Los departamentos de policía y funcionarios federales plantearon que siguen en alerta máxima por el ‘Justicia para el J6’, denominación que recibió la protesta.
Una movilización que llega en el momento menos oportuno para el Partido Republicano (GOP siglas en inglés que identifica a la organización) o al menos para quienes en sus filas quieren pasar página de Trump.
Algunos líderes republicanos trabajan para borrar la mancha de los violentos sucesos del motín porque buscan que las elecciones de mitad de mandato de 2022 sean un referéndum sobre Biden, dijo el estratega del GOP Alex Conant, citado por The New York Times.
‘Los demócratas querrán que sea sobre Donald Trump. Está claro que todos los demócratas harán lo mismo que (el demócrata Gavin) Newsom en California y tratarán de que su propia reelección sea sobre el expresidente’, destacó.
El gobernador Newsom derrotó el martes un intento de destitución al exponer explícitamente al hombre con más probabilidades de sustituirle, el conductor radial conservador Larry Elder, como un representante del exmandatario.
De momento, parece que, para el acto del 18 de septiembre, su organizador Matt Braynard, un ayudante de la campaña del magnate neoyorquino, solicitó a los asistentes a través de Twitter que no lleven ropa pro-Trump ni carteles alegóricos.
Cualquiera que incumpla ‘se asumirá que es un infiltrado’, subrayó en el mensaje en su perfil de la red social.
Pero el evento también dividió a la extrema derecha, de acuerdo con un despacho de NBC News.
Un reporte del medio de prensa acotó que la anunciada manifestación suscitó disensiones en foros extremistas, con algunos participantes sugiriendo que se trataría de una operación de ‘falsa bandera’ destinada a atrapar a los asistentes.
Por lo pronto el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R- Kentucky), expresó su confianza en que la policía estará ‘equipada para manejar’ el escenario que se desarrolle el sábado.
El objetivo aparente de la congregación es en protesta al trato que reciben los detenidos y acusados por su participación en los sucesos de hace ocho meses, a quienes definen como ‘prisioneros políticos’.
Al cumplirse seis meses de los disturbios en julio, una declaración del Departamento de Justicia señaló que ‘al menos 165 individuos fueron acusados de agredir, resistirse (…), incluidos más de 50 imputados por utilizar un arma mortal o peligrosa o de causar lesiones corporales graves a un agente’.
Graham, otrora estrecho aliado de Trump, votó para certificar la victoria de Biden tras el ataque al Capitolio y al día siguiente de la insurrección dijo que el legado de Trump estaba ‘empañado’ por el incidente.
‘El presidente tiene que entender que sus acciones fueron el problema, no la solución’, acotó entonces Graham al considerar que el mitin del 6 de enero ‘fue indecoroso, se le fue de las manos’.
Unos 140 policías resultaron heridos ese día y cinco personas murieron, entre ellas, un agente del orden, en una jornada que dejó también más de 600 detenidos.
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