Lo hizo el español Ander Herrera, cuando todo el mundo esperaba ser deslumbrado por el potencial tridente más supergaláctico de la historia de este deporte. Y nada sucedió, ninguno de ellos anotó.
Fue el comienzo de la larga andadura de la Champions League que muy por el contrario dejó extrañas sensaciones. Además de que no hicieron diana el argentino Lionel Messi, el brasileño Neymar y el francés Kylian Mbappé, tampoco el PSG ganó.
Se vio en aprietos ante un aguerrido equipo belga del Brujas, con el abrazo a un gol y la mala noticia de que Mbappé salió del partido lesionado.
Luego llegaron otras imágenes difusas. El triunfo de un tal club llamado Sheriff que juega por Moldavia, frente al Shakthar Donestk de Ucrania 2-0, para colocarse de líder del grupo D con los mismos puntos del Real Madrid.
El martes se dio otra sorpresa, la victoria de un plantel sin mucho recorrido internacional, el Young Boys de Suiza, contra el Manchester United de Cristiano Ronaldo 2-1.
Hubo seis goles del otro Manchester, el City, frente al RB Leipzig, pero el once alemán tuvo una perla destacada, un nuevo portento francés nombrado Christophe Nkunku, que marcó los tres tantos de su escuadra.
Para el Real Madrid pudo ser una noche de pesadilla. Sin embargo, el espigado arquero belga Thibaut Courtois descolló con espectaculares paradas en el primer tiempo y dos jovencitos se encargados de sellar el éxito.
Rodrygo Goes, el brasileño, siguió ensañándose frente al Inter de Milán, al que le ha anotado tres goles en Champions League. Esta vez con el concurso del francés Eduardo Camavinga con un pase preciso para el remate en el minuto 89.
Los merengues al final hicieron los deberes, cosa que no pudo el Atlético de Madrid con un empate sin goles frente al Porto. Los colchoneros tuvieron similar resultado que el Sevilla y el Villarreal.
La oveja negra de los clubes españoles fue el Barcelona, con otra humillación a manos del Bayern de Munich 0-3. De todos modos, el torneo apenas está empezando.
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