En su alocución pregrabada ante el organismo internacional, el gobernante expresó que ese cerco, en medio de la delicada situación sanitaria que afecta al mundo, ‘pesa sobre el país hermano y le ocasiona un enorme perjuicio a su noble pueblo’.
Valoró, asimismo, que garantizar la paz y la seguridad en nuestro planeta responde al logro de los objetivos para el desarrollo integral dentro de la unidad, la solidaridad, la armonía y el reforzamiento de la cooperación, como base para hacer de este mundo un mejor lugar.
Luego de sostener que se observa con preocupación la peligrosa tendencia de algunos estados de imponer valores ajenos sobre otras naciones sin tener en cuenta su historia, cultura, tradiciones y prioridades, el mandatario consideró que el respeto mutuo a la diversidad es la piedra angular para la convivencia pacífica.
En otra parte de su intervención, Obiang Nguema señaló que la gravedad de la actual crisis sanitaria mundial, provocada por la Covid-19, hizo mella en las estructuras económicas, financieras y sociales de los países.
Insistió, en ese sentido, en la necesidad de que Naciones Unidas desempeñe un papel de liderazgo en los esfuerzos de la humanidad por recuperarse de la pandemia y sus efectos colaterales.
Al respecto, propuso la organización de una conferencia internacional que se enfoque en el abordaje de las causas de esa enfermedad y cómo ayudar a las naciones más vulnerables y con mayores problemas económicos y sanitarios.
También abogó por reformar Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad, de forma tal que, entre otras aristas, se refuerce la cooperación con las organizaciones continentales, entre ellas la Unión Africana, que integran 55 estados.
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