La decisión, impulsada por el presidente francés Emmanuel Macron, se justificó ante las dificultades que ponen los gobiernos de estos tres países norteafricanos a la hora de repatriar a sus conciudadanos que se encuentran en situación irregular en territorio francés.
Según explicó Attal, durante el segundo semestre del año las autoridades aduaneras francesas decidieron reducir a la mitad el número de visados expedidos para nacionales de Argelia y Marruecos y en un 30 por ciento para los de Túnez, con respecto a 2020.
Durante el pasado año dos de cada tres solicitudes de visa, para los tres países del Magreb, fueron aceptadas hasta totalizar unas 63 mil, e igual proporción siguió siendo efectiva en los seis primeros meses de 2021.
Al mismo tiempo, entre enero y julio del presente año, Argelia sólo aceptó la devolución de 22 personas, de las siete mil 731 ordenadas por los tribunales franceses, Marruecos 80 de tres mil 301 peticiones, y Túnez cumplió con 131 de los tres mil 424 nacionales expedientados y obligados a abandonar Francia.
Por tal motivo, ‘Emmanuel Macron ha pedido a los servicios consulares del Quai d’Orsay (Cancillería) que expidan un máximo de 31 mil 500 visados para los próximos seis meses, es decir, una división por dos’, dijeron fuentes gubernamentales.
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