De acuerdo con lo trascendido aquí, el mecanismo contempla que todos los atletas y participantes en los juegos con inmunización completa contra la enfermedad, entrarán a un sistema de gestión de circuito cerrado a su llegada.
Quienes solo tengan aplicada una dosis, entonces deberán someterse a una cuarentena de 21 días al arribar en Beijing.
China aceptará todas las vacunas reconocidas por la Organización Mundial de la Salud y analizará los casos de atletas que no puedan recibir ninguna, pero exigirá presentar una exención médica justificada.
Entre el 23 de enero de 2022 hasta después de las paralimpiadas el 13 de marzo mantendrá vigente el sistema de gestión de circuito cerrado en cada una de las zonas relacionadas con el evento, ya sea de transporte, alojamiento, suministro de alimentos, competencias y las ceremonias de inauguración y clausura.
Ello significará que los asistentes serán sometidos a pruebas diarias y podrán moverse solo entre los sitios de entrenamiento, competencia, trabajo y desplazamiento con vehículos específicos.
Respecto al público, el comité organizador permitirá la venta exclusiva de entradas a los espectadores que residan en la parte continental de China y cumplan con los requisitos en el enfrentamiento a la Covid-19.
Se canceló la categoría de invitados acompañantes y el alojamiento será en las villas olímpicas y los hoteles designados por las autoridades locales para brindar servicios a quienes participan en el certamen.
China seguirá analizando otras medidas, prevé publicar oficialmente una primera versión de su mecanismo a finales de octubre próximo y luego en diciembre dará a conocer la definitiva.
Con la despedida de Tokio 2020, ahora la atención se centra en los preparativos del gigante asiático para acoger la cita invernal con garantía de salud y prevención contra la Covid-19, mientras su capital trasciende como la única urbe del planeta en albergar ambas variantes del certamen internacional.
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