A través de su cuenta oficial en Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores recordó que continúan saliendo a la luz resultados clasificados y evidencias de investigaciones científicas no públicas sobre los llamados incidentes de salud reportados en 2017, que demuestran la inexistencia de tales agresiones.
Un informe desclasificado del Departamento de Estado norteamericano, escrito por el grupo asesor Jason (una junta científica de élite que revisó las preocupaciones de seguridad nacional del país norteño) descartó este viernes la teoría de las causas que estarían detrás de los presuntos ataques.
El documento, terminado en 2018, desmonta el argumento político utilizado por la administración del expresidente Donald Trump para reforzar el bloqueo de Washington contra La Habana y salió a la luz ahora, para ratificar lo que ya la comunidad científica demostró.
Según la fuente, no existen armas de microondas asociadas al denominado mal de salud, el cual provocó que el gobierno de Trump desmantelara su embajada en la capital cubana e incrementara su agresividad contra el territorio insular, con más de 240 medidas coercitivas.
En febrero de 2017, el Departamento de Estado informó al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la ocurrencia de supuestos ataques acústicos entre noviembre de 2016 y ese año, y acusó sin evidencias a Cuba, lo cual desde un primer momento negaron las autoridades de la isla.
Un informe del Departamento de Estado consideró improcedentes las disposiciones del gobierno de Trump frente al llamado Síndrome de La Habana y calificó a los sucesos como un misterio, pues meses después de ocurridos, no se sabía qué pasó, por qué, o quién lo hizo.
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