En declaraciones a la prensa previo al inicio este domingo en Manchester de la conferencia anual del Partido Conservador, el gobernante achacó, sin embargo, la crisis a un aumento de la demanda en medio de la recuperación económica una vez superada la peor parte de la pandemia.
Un año después, y pese al éxito de la campaña de vacunación, el Reino Unido sufre una crisis de desabastecimiento de combustible en las gasolineras y de productos en los supermercados debido a la falta de choferes para los camiones distribuidores.
La Asociación de Transportistas Británicos estima que faltan 100 mil conductores en el país, y según los directivos del gremio, unos 20 mil de ellos abandonaran el país tras el divorcio del Reino Unido de la Unión Europea el año pasado, junto a miles de trabajadores temporales.
Las restricciones impuestas para tratar de evitar la propagación de la Covid-19 se tradujo también en la suspensión de 40 mil pruebas de conducción para nuevos choferes.
Para tratar de solucionar la crisis, que afecta también el suministro de los supermercados y cadenas de comida rápida, el gobierno anunció la semana pasada que otorgará cinco mil visas temporales a camioneros foráneos, e igual cantidad a trabajadores del sector avícola.
Interrogado al respecto este domingo, Johnson aclaró que se trata de una inmigración ‘controlada’ para resolver la situación actual, pero que después de que el Brexit puso fin al libre movimiento de personas, no se permitirá de nuevo la entrada de esa mano de obra europea.
De acuerdo con las autoridades, el sector empresarial debe invertir en la formación de trabajadores calificados dentro del país, pero mientras eso llega debieron recurrir al Ejército, que a partir de este lunes pondrá a 100 militares al volante de camiones cisternas para abastecer las gasolineras.
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