Al intervenir en el 48 período ordinario de sesiones de ese organismo, el representante permanente de la isla ante la Oficina de Naciones Unidas en esta ciudad, Juan Antonio Quintanilla, aseveró que su país luchará siempre por la justicia social y continuará brindando su ayuda a los Estados que lo necesiten.
El diplomático lamentó el incumplimiento de los objetivos trazados en la Conferencia de Durban, Sudáfrica, celebrada en 2001, durante la cual se abogó por reforzar la lucha contra los flagelos antes mencionados.
La crisis multidimensional agravada por la pandemia de la Covid-19 exacerbó las desigualdades y la exclusión. Se somete al pobre, al afrodescendiente y al migrante a todo tipo de discriminación, señaló.
Asimismo, indicó que ‘subsiste el racismo estructural, particularmente en las naciones capitalistas desarrolladas, las cuales intentan desviar la atención sobre su responsabilidad histórica y su deuda con los pueblos víctimas de la esclavitud’.
Quintanilla criticó la falta de voluntad política de muchos de esos gobiernos, pero aseguró que el mundo podrá contar siempre con Cuba para hacer realidad los compromisos asumidos en Durban.
Mi pueblo es uno solo, afrolatino, caribeño, mestizo, con un pasado colonial esclavista. Solo con el triunfo de la Revolución en 1959 tuvo lugar un proceso de transformaciones radicales que demolió, desde la base, un sistema racista y discriminatorio por definición, apuntó.
La nueva Constitución de la República, aprobada en 2019, ratificó y fortaleció el reconocimiento y la protección del derecho a la igualdad, así como la prohibición de la discriminación, añadió.
Por otra parte, recordó que miles de cubanos apoyaron los movimientos de liberación nacional en África y contra el régimen del apartheid y otros muchos brindaron su ayuda solidaria, en especial en el área de la salud.
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