Según activistas locales citados por el medio, al menos 50 terroristas, algunos de nacionalidades británica y rusa, fueron transferidos en dos helicópteros de transporte militar al referido enclave establecido en la ciudad de Shaddadi, al sur de la provincia de Hasakeh.
Esos radicales fueron sacados de la prisión Al-Sinaa controlada por la milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), apadrinada por Washington, precisaron las fuentes.
Agregaron que esos mercenarios reciben entrenamiento en la base de Washington y luego se les asignan misiones cuyo objetivo es desestabilizar las zonas controladas por el gobierno al atacar puntos del ejército sirio y comunidades civiles, además de proteger las instalaciones petroleras ocupadas por tropas norteamericanas.
De acuerdo a Damasco, Washington ofrece refugio y protección a los terroristas en sus bases donde los entrena y arma para utilizarlos al servicio de sus planes desestabilizadores.
Denunció en este sentido que los recientes ataques del Daesh contra militares y civiles en el desierto son planificados y facilitados por las fuerzas estadounidenses que les ofrecen armas e información de inteligencia con el fin de prolongar la guerra en esta nación del Levante.
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