En conferencia de prensa conjunta en Moscú, el funcionario ruso subrayó que ambos países tienen iniciativas relevantes para ayudar a esa nación centroasiática. ‘Hoy hablamos sobre cómo coordinar de manera óptima los esfuerzos para implementarlas’, apuntó.
No obstante, significó que durante las pláticas quedó claro que la mayor responsabilidad por la situación en Afganistán recae en Estados Unidos y sus aliados.
El jefe de la diplomacia rusa indicó que también coincidieron en la necesidad de que el movimiento Talibán le haga frente a las formaciones terroristas presentes en el territorio de ese país.
‘Afganistán debe dejar de ser una fuente de inestabilidad regional y mundial. Pedimos a las nuevas autoridades afganas que luchen sin compromisos contra los grupos terroristas, así como contra el tráfico ilegal de drogas y armas’, señaló.
Aseguró que Moscú y Teherán están de acuerdo en que los afganos, ‘que sufrieron durante dos décadas de experimentos geopolíticos de Washington, tienen el derecho legítimo de bienestar y tranquilidad en su propia tierra’.
Lavrov enfatizó que para lograr la paz, el país requiere estabilizar la política interna, garantizar el equilibrio de todos los grupos étnicos, religiosos y políticos, además de asegurar que estos sean incluidos en la formación de las estructuras de poder.
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