Durante su intervención, la vicepresidente Delcy Rodríguez recordó que la nación sudamericana resultó blanco de más de 430 sanciones contra la economía, el comercio y el sector financiero, contra todo principio jurídico de inmunidad soberana.
‘Estas medidas son delitos de lesa humanidad y atentan contra el sistema internacional de garantía de los derechos humanos’, enfatizó la vicemandataria al subrayar que las pérdidas de Venezuela por tales acciones superan los 63 mil millones de dólares, solo en la industria petrolera.
Agregó que la imposición de acciones unilaterales de asfixia económica se tradujo en la drástica reducción del 99 por ciento de los ingresos del país, con un impacto innegable en todas las áreas, sobre sobre la alimentación, salud, transporte, comunicaciones y tecnología.
Aseveró que debido a la política hostil de Estados Unidos, el Fondo Monetario Internacional negó a la nación sudamericana los cinco mil millones de dólares correspondientes para el enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.
La vicepresidenta de Venezuela formalizó la solicitud para que la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo agrupe, cuantifique y analice los impactos macroeconómicos de las medidas coercitivas unilaterales.
‘Pese a esta agresión, hoy nuestro país (…) avanza en la recuperación de sus equilibrios económicos, en una progresiva apertura en el comercio exterior afectado también por estas sanciones ilícitas y en el sector de inversiones, bajo un marco regulatorio estable y de seguridad que brinda la confianza necesaria a los inversionistas’, destacó.
Asimismo, Rodríguez llamó a considerar la insostenible carga de la deuda externa para muchos países, la creciente brecha digital, la disminución de los flujos comerciales y el impacto inhumano de las medidas coercitivas unilaterales que afectan a más de 30 naciones del mundo.
La vicepresidenta de Venezuela respaldó además el reclamo global para corregir la injusta distribución de los derechos especiales de giro del Fondo Monetario Internacional para atender los efectos de la actual situación pandémica, el cual en más del 63 por ciento está dirigido a los países ricos y vacunados.
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