‘Comenzó a circular por las calles de Moscú el electrobús número 800, que también es el 200 financiado con bonos verdes’, anunció la alcaldía de Moscú, de acuerdo con la agencia de noticias Sputnik.
En abril pasado, el mayor fabricante ruso de vehículos pesados, Kamaz, inauguró en el noreste de esta capital una línea de ensamblaje de estos vehículos, los cuales están entre los más modernos del mundo, al decir del alcalde moscovita Serguéi Sobianin.
Entre sus virtudes, resaltó que son ecológicos, de piso bajo, equipados con sistemas de navegación por satélite, puertos USB, pantallas informativas y climatizadores (calefacción y aire acondicionado, en dependencia de la temporada del año).
A finales de mayo esta metrópoli fue la pionera del país en emitir bonos verdes por un valor de 70 mil millones de rublos (unos 967 millones de dólares), mecanismo a través del cual pretende en siete años renovar su parque de autobuses con vehículos eléctricos.
De igual forma aspira a construir una segunda línea circular del metro y financiar otros proyectos prioritarios que le permitirán reducir las emisiones del dióxido de carbono a la atmósfera.
Los bonos verdes se destinan a la financiación o refinanciación de proyectos ecológicos, es decir, a la inversión por parte de instituciones públicas o privadas en activos sostenibles y socialmente responsables, en áreas tan diversas como las fuentes renovables de energía, la eficiencia energética, el transporte limpio o la gestión de los residuos.
Entre los planes en defensa del medio ambiente, las autoridades de Moscú decidieron también plantar este año más de cinco mil árboles y 136 mil arbustos, como parte de la iniciativa ‘Un millón de árboles’ implementada desde 2013.
La ciudad es el mayor centro comercial e industrial del país y aparece en el lugar 27 en el índice mundial de calidad del aire.
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