La representación de Moscú tiene hasta el 15 de octubre para responder 10 preguntas sobre el caso, formuladas el pasado martes por los gobiernos de 45 países a través de la OPAQ, informó la agencia de noticias Sputnik.
Al respecto, la cancillería rusa presentó una nota de protesta para ser entregada a diversos países en la que denunció los impedimentos de Berlín a la investigación, al negar ‘bajo pretextos inventados’, la cooperación procesal penal y legal internacional necesaria para aclarar lo sucedido.
A mediados de julio, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, alertó sobre la inconsistencia del informe de la OPAQ sobre el caso del bloguero opositor.
Según el documento, el 20 de agosto de 2020 la OPAQ envió, ‘a pedido de Alemania’, un equipo para brindar asistencia técnica ‘en relación con el presunto envenenamiento de un ciudadano ruso’.
La diplomática advirtió en su cuenta de Telegram que la fecha del viaje de la OPAQ coincidió con el día en que Navalny se sintió mal repentinamente durante un vuelo entre las ciudades rusas de Tomsk a Omsk.
Zajárova llamó la atención sobre los tiempos que se requieren para obtener todos los documentos, permisos y confirmaciones necesarias para que la OPAQ pudiera desplegar este tipo de misión.
‘Teniendo en cuenta que el grupo fue enviado el 20 de agosto, dicha solicitud debería haber llegado antes de esta fecha. Es decir, incluso antes de que Navalny saliera del hotel en dirección al aeropuerto’, argumentó la representante del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Explicó que para que los datos aportados en el informe coincidieran con lo sucedido, Berlín debió enviar una solicitud a la OPAQ cuando Navalny ‘todavía ni se había despertado’, subrayó.
‘Y esto es si tomamos el escenario más fantástico de una toma de decisiones de emergencia tanto en Berlín como en la OPAQ’, continuó.
Zajárova dijo que, ‘conociendo la burocracia’ alemana y de la organización, ‘esto solo se puede imaginar en un caso: todo se había organizado de antemano’, apuntó.
Manifestó que cuando Moscú solicitó aclaraciones al secretario general de la OPAQ durante una reciente reunión donde se abordó el informe, ‘no pudo dar una respuesta’ y se quedó callado.
Narró que, ante tal situación, la representante permanente de Alemania ante la OPAQ sugirió que hubo un ‘error tipográfico’ en el documento. ‘¿Y seguirán intentando convencernos de esta mentira?, denunció Zajárova.
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