Toda persona ajena a las redes sociales lo más probable es que no sepa de que trata, aunque si es activa en las plataformas de Twitter o Twitch quizás haya leído alguna que otra cosa al respecto.
El esposo de la cantante Shakira y defensor del Barcelona es bien conocido desde hace tiempo, en tanto Ibai apenas vino a saltar a la popularidad este verano, aunque ya tenía cierta fama en el universo de los juegos online.
En agosto conoció a Messi antes de su salida del Barcelona y después dio el bombazo con la primera entrevista al astro argentino a su llegada al París Saint Germain, lo que desató un polémico debate entre las nuevas formas de hacer periodismo y los métodos tradicionales.
Aprovechando ese impulso, se asoció con Piqué para comenzar a trasmitir los partidos del club parisino por su canal de Twitch y a día de hoy nadie discute que el muchacho de 26 años es uno de los mayores influencers del planeta, incluso reconocido por la revista Forbes como el mejor del 2021.
Resulta que en uno de sus tantos tuits, Ibai compartió un video que se había hecho viral en la red social china Tik Tok de dos amigos jugando a no dejar caer un globo al suelo.
El streamer, con ese humor que lo caracteriza, soltó sin más que quería comprar los derechos de ese ¿deporte? para montar un torneo mundial.
Hasta ahí la propuesta parecía otro de sus tantos chistes disparatados, sin embargo, par de semanas después Piqué, mucho más experimentado en Twitter y con más seguidores, se hizo eco del tuit de Ibai y lanzó el retó que si alcanzaba los 50 mil retuits organizaban el Mundial en octubre.
No pasaron muchos días para que lo que parecía una broma se tornara en un evento de clase mundial y los organizadores le han puesto todo su empeño hasta con la creación de una cuenta oficial en Twitter que ya sobrepasa los 90 mil seguidores.
En total, se espera 32 participantes de América, Europa, Asia y hasta de algunas naciones de África y la competencia se trasmitirá íntegra en directo por el canal de Twitch de Ibai, con 10 mil euros para el campeón
Para el torneo, que durará unas cinco horas el día 14 de octubre, se montará un set parecido al del vídeo viral que hizo nacer el proyecto, donde la meta de cada competidor es que el globo toque el suelo antes de que el contrincante consiga evitarlo.
Hasta aquí se puede estar de acuerdo en que la idea sigue pareciendo absurda y risible, pero obviamente su trascendencia va más allá de la improvisada competición.
Se trata de hacer ruido sobre algo completamente carente de sentido y que saca a relucir nuevamente el impacto que generan en el planeta los influencers, alejados de toda institución u oficialismo.
Lo más probable es que el Mundial de Globos de Ibai y Piqué quede registrado en los anales de la historia como una completa ridiculez, pero al menos ya acaparó la mirada curiosa del mundo.
Un mundo paralelo, el de internet, que sigue todos los pasos de este par de amiguetes, como dirían en España, que tienen revolcadas a las plataformas sociales cada vez que se les ocurre una idea, mientras más alocada mejor.
mem/rps