Los galenos, procedentes de las provincias de Samangán y Nuristán, denunciaron que las clínicas de sus territorios enfrentan una grave escasez de medicamentos, reflejó la agencia de noticias afgana The Khaama Press.
También, los manifestantes acusaron al contratista Asad Fayaz de huir del país llevándose los fondos asignados por el Banco Mundial, lo cual provocó un aumento de la mortalidad infantil y materna en Samangan y Nuristán.
Los doctores demandaron por medio de un comunicado que el Banco Mundial les pague directamente su dinero a través del Ministerio de Salud de Afganistán o de alguna organización no gubernamental.
Asimismo, los médicos advirtieron que continuarán las protestas hasta lograr el pago completo de sus salarios atrasados.
Tras la toma del poder en Afganistán por el movimiento Talibán, el Banco Mundial bloqueó las cuentas de los proyectos de desarrollo en el país centroasiático.
Los combatientes muyahidines tomaron Kabul a mediados de agosto último mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron sus tropas del país, luego de 20 años de ocupación militar con saldo de billones de dólares en gastos de guerra y miles de civiles muertos.
Afganistán está actualmente más empobrecido que hace dos décadas, con 11 millones de refugiados, cinco millones de desplazados internos y la población al borde de padecer hambruna.
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