Su epicentro se localizó a 24 kilómetros al sureste de la localidad de Zarkos y a una profundidad de 8,7 kilómetros.
Ese territorio insular heleno fue escenario de varios terremotos en las últimas semanas, el más grave de los cuales tuvo lugar a finales de septiembre, y causó la muerte de una persona a causa del derrumbe de una iglesia en construcción.
mem/ehl