No obstante, este sector en Estados Unidos presenta desafíos por la escasez de trabajadores y materias primas, especialmente en el sector automotriz.
De acuerdo con los analistas, la baja en los pedidos de subsidios por paro es otra prueba de que la escasez de obreros estuvo detrás de un crecimiento laboral más lento, en vez de un debilitamiento de la demanda por mano de obra.
Esas solicitudes cayeron a 293 mil para la semana que terminó el 9 de octubre, el nivel más bajo desde mediados de marzo de 2020, cuando el país estaba en la fase inicial de la pandemia de la Covid-19.
Según el Departamento de Trabajo, el rango de pedidos de ayuda de 250 mil a 300 mil resulta coherente con un mercado laboral saludable, peticiones que se redujeron desde un récord de 6,149 millones a inicios de abril de 2020.
El total de personas que cobran cheques de desempleo en todos los programas se redujo a 3,649 millones durante la semana que terminó el 25 de septiembre, como reflejo del fin de las prestaciones por paro financiadas por el gobierno federal. La tasa de desempleo en Estados Unidos descendió a 4,8 por ciento en septiembre, la más baja desde que la pandemia impactó en el mercado laboral de ese país a comienzos de 2020, pero el ritmo de creación de empleo mantiene su desaceleración en los últimos meses.
En septiembre se crearon 194 mil puestos de trabajo, por debajo de las previsiones de los analistas de 500 mil, lo que supone el menor ritmo en lo que va de año.
También el enfriamiento en el crecimiento de las plazas se debe principalmente a la escasez de trabajadores, las diferencias entre el empleo y las capacidades de las personas.
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