Según Jeff Horwitt, quien codirigió un reciente sondeo de NBC News, los votantes están buscando que les den ‘lo que se les prometió’.
Los compromisos de campaña no se han convertido todavía en leyes, señaló al comentar que ‘la buena noticia para los demócratas es que hay tiempo (de aquí a las elecciones intermedias de noviembre de 2022), ‘pero necesitan algunas victorias’.
Desde finales de junio, el índice de conformidad con el gobernante cayó del 52,7 al 44,5 por ciento en la media del rastreador FiveThirtyEight.
Los cambios más marcados se reflejan en las bases de Biden, pues un sondeo del Pew Research Center reveló que, de julio a septiembre, el respaldo al actual jefe de la Casa Blanca se desvaneció 18 puntos entre los votantes negros, 16 entre los hispanos y 12 entre las mujeres.
En los comicios presidenciales del año pasado Biden ganó en los tres grupos por un margen muy amplio.
Por otra parte, el apoyo dentro de los que se identifican como demócratas o se inclinan por la fuerza azul cayó 13 puntos; mientras entre los independientes, también un grupo clave, su aprobación disminuyó del 54 al 42 por ciento durante el verano.
La misma pesquisa encontró un apoyo nacional de dos a uno a los dos pilares de su agenda: el proyecto de ley de infraestructuras de 1,2 billones de dólares y el paquete de programas económicos y sociales de 3,5 billones.
Para algunos observadores, existe un resquebrajamiento en el núcleo de los votantes demócratas, esos que propiciaron su elección no solo como una alternativa a Donald Trump, sino porque buscaban un cambio político significativo, opinaron.
Cornell Belcher, un encuestador que trabajó para el expresidente Barack Obama, es del criterio que ‘los demócratas están tratando de poner puntos en una pizarra’ con propuestas de leyes como Build Back Better e infraestructuras (reparación de viales), que ‘son piezas legislativas sólidas y populares’.
Sin embargo, ‘esos jóvenes, esos progresistas que dieron a los demócratas una mayoría y dieron a Joe Biden una mayoría en este país – no estaban marchando por los baches’, subrayó.
Algunos analistas sostienen que en el ambiente está ya ‘el fantasma de 2010’, refiriéndose a las primeras elecciones de mitad de período de Obama, cuando el Partido Republicano conquistó la mayoría en la Cámara de Representantes y arrebató a los demócratas al menos 50 escaños.
El entonces ocupante del Despacho Oval había anticipado el batacazo electoral en declaraciones a una emisora de Chicago a la cual confesó su ‘esperanza de poder cooperar con los republicanos’.
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