El realmente irritante cuando hablan, pero no actúan, se escucha decir a la monarca mientras conversa con Camila, esposa del príncipe Carlos, y la presidenta interina del Parlamento de Gales, Elis Jones, tras la inauguración de la sesión legislativa regional la víspera en Cardiff.
En la grabación hecha con un teléfono celular, Isabel II también dice haber oído hablar de la venidera cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático, o COP26, en la ciudad escocesa de Glasgow, pero se queja de no saber aún ‘quiénes vienen’.
La reina, quien tiene previsto asistir a una recepción que ofrecerá el gobierno británico a los líderes invitados a la reunión que tendrá lugar del 31 de octubre al 12 de noviembre, es el tercer miembro de la familia real británica que aboga por más acción internacional frente al cambio climático.
A inicios de esta semana, Carlos, príncipe de Gales y heredero al trono, dijo que entendía la frustración de los ecologistas que protestan en las calles en demanda de acciones urgentes para proteger al planeta y atajar el calentamiento global.
Tres días después, su hijo William cuestionó a los multimillonarios que organizan viajes privados al espacio exterior en lugar de enfocarse en combatir el cambio climático en la Tierra, y dijo esperar que la COP26 no sea solo una ocasión para que los líderes mundiales conversen entre ellos.
Para el movimiento ambientalista internacional, la cumbre de Glasgow constituye la última oportunidad para que los países desarrollados adopten iniciativas viables que contribuyan a mantener la temperatura global por debajo de 1,5 grados.
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