En la declaración de principios leída por su esposa Camila Fabri Saab durante un acto de solidaridad celebrado en Caracas, el enviado especial de Venezuela afirmó que enfrentará su juicio con dignidad, además de responsabilizar a las autoridades estadounidenses por su integridad física.
Saab manifestó que no ha cometido ningún delito y descartó cualquier intención de colaborar con sus captores a cambio de beneficios procesales; ‘no mentiré para favorecer a Estados Unidos’, aseveró el funcionario.
Asimismo, subrayó las constantes violaciones de sus derechos humanos durante su detención de 491 días en Cabo Verde, cuyas autoridades violaron los principios constitucionales de su país, que carece de un tratado de extradición con la nación norteamericana.
El Gobierno venezolano acreditó a Saab en 2018 como enviado especial, cuyas funciones consistían en facilitar la obtención de suministros médicos, alimentos y otros bienes, frente a los obstáculos impuestos por el bloqueo de Estados Unidos.
A mediados de 2020, el funcionario resultó detenido en Cabo Verde a solicitud de Washington, durante una escala técnica de la aeronave que lo transportaba, y en desconocimiento de la inviolabilidad de la inmunidad correspondiente a su investidura de agente diplomático.
De acuerdo con denuncias del Ejecutivo bolivariano, la detención respondió a la campaña de asedio orquestada por la anterior administración estadounidense contra Venezuela, con el fin de infligir más sufrimiento al pueblo y desestabilizar sus instituciones y orden interno.
A su vez, Camila Fabri Saab condenó la decisión de las autoridades caboverdianas de negarle el derecho de ver a su esposo, y aseguró que el proceso de extradición a Estados Unidos se consumó a espaldas de la familia y representantes legales del detenido.
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