En declaraciones a la televisora Sky News, la funcionaria confirmó que después de la muerte el viernes pasado del legislador conservador David Amess en su distrito electoral, la policía se puso en contacto con todos los políticos electos para mejorar su seguridad.
Necesitamos llenar cualquier vacío, básicamente, donde pensamos que existan motivos para preocuparse, comentó Patel, quien agregó que se revisan sobre todo las medidas de protección durante las reuniones públicas de los diputados.
Amess, de 69 años y representante ante el Parlamento británico por el distrito de Leigh-on-Sea, en el condado inglés de Essex, fue apuñalado repetidas veces por un hombre cuando se disponía a reunirse con sus electores en una iglesia metodista de la localidad.
El crimen, que está siendo tratado como un incidente terrorista por la policía, conmocionó al Reino Unido, e hizo recordar la muerte cinco años atrás de la diputada laborista Jo Cox a manos de un extremista neonazi.
Aunque tras el asesinato de Cox se adoptaron algunas medidas de seguridad alrededor de los parlamentarios, Patel consideró que los riesgos se pueden reducir si se verifican los antecedentes de las personas que asistirán a los encuentros y se chequean con antelación los lugares.
Según la prensa local, el atacante de Amess, quien fue identificado por la policía como un ciudadano británico de origen somalí de 25 años llamado Ali Harbi Ali, habría sido remitido tiempo atrás al programa Prevent, diseñado para atender a las personas que se creen pueden radicalizarse ideológicamente.
La ministra del Interior se rehusó, sin embargo, a confirmar esos reportes, pero aseguró que el programa está siendo revisado por una comisión independiente.
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