Según Matthew Taylor, jefe de la Confederación del Servicio Nacional de Salud (NHS), de no aplicarse el llamado Plan B, la presión aumentará y el país se sumirá en una nueva crisis.
Todos los jefes médicos con los que he hablado dicen que los hospitales están a punto de colapsar, recalcó Taylor, en declaraciones a la cadena Sky News, tras apuntar que existen evidencias ‘abrumadoras’ de que es necesario actuar de inmediato.
El Reino Unido reportó la víspera 223 muertes asociadas a la Covid-19, la cifra diaria más alta desde marzo pasado, mientras que los casos positivos al coronavirus SARS-CoV-2 superan los 40 mil en cada jornada desde hace dos semanas.
Los expertos temen que este incremento de los contagios y fallecidos a las puertas del invierno, unido a las enfermedades respiratorias que por lo general proliferan durante los meses más fríos del año provoque una crisis que obligue a imponer un nuevo confinamiento.
El gobierno británico, que en julio pasado decretó el regreso a la normalidad con la eliminación de todas las restricciones contra la Covid-19, advirtió entonces que no vacilaría en restablecer las medidas para evitar una nueva ola de la enfermedad, pero ahora se resiste a seguir el consejo de los médicos.
Interrogado al respecto, el ministro de Negocios, Kwasi Kwarteng, dijo este miércoles a la prensa local que las autoridades consideran que todavía no es necesario aplicar el Plan B, y que se seguirá apostando por la inmunización de la población a través de las vacunas anti-Covid-19.
Estamos tratando de que la gente que no se ha vacunado acuda a hacerlo, y de aumentar la aplicación de la dosis de refuerzo, declaró el funcionario.
Hasta el momento, más de 45,4 millones de personas, equivalentes al 78,9 por ciento de la población mayor de 12 años, ya completó la pauta de vacunación con las dos inyecciones recomendadas.
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