La organización ambientalista más extendida en Italia envió un mensaje al Gobierno, próximo a la reunión del G20, con sede en Roma el 30 y 31 de octubre y de la 26 Conferencia de las partes sobre Cambio Climático (COP26), del 31 de octubre al 12 de noviembre, en Glasgow, Escocia.
En sus propuestas territoriales en nombre de la sostenibilidad ambiental, el ente italiano reclamó en primer lugar la necesidad de más comunidades energéticas, parques eólicos, ciclos productivos que no consumen combustibles fósiles, más transporte público, movilidad sostenible, eléctrica e intermodal.
Acorde con el presidente nacional de Legambiente, Stefano Ciafani, citado por la asociación en un comunicado, los ministerios publican las convocatorias para gastar los primeros 25 mil millones de euros del Plan Nacional de Restauración y Resiliencia, pero son necesarios los proyectos de los territorios.
Según ese ente es preciso construir, parques eólicos en tierra y mar, comunidades energéticas, digestores anaeróbicos para producir compost y biometano, líneas de ferrocarril rápido y nuevos trenes de cercanías, entre otros.
Explicó, además, que la red territorial de Legambiente actuará para realizar propuestas y poder transformar estas ideas en proyectos concretos.
Ciafani expresó también la conveniencia de señales concretas e inmediatas del gobierno a partir de la próxima ley presupuestaria, para comenzar a reducir los subsidios a los combustibles fósiles de manera radical.
También mencionó el imperativo fortalecimiento de los controles públicos para prevenir la infiltración delictiva y del delito ecológico en las obras.
La transición ecológica pasa desde los territorios, precisó la organización y en su comunicado anunció que ese será el centro de su iniciativa para mañana sábado 23 de octubre en Roma con motivo de la XXI Asamblea de clubes que reúne a cientos de socios de toda Italia.
Por la tarde, también está organizado una demostración espontánea (flashmob), frente al teatro Italia, para llamar la atención de los líderes sobre la actual crisis climática y la urgencia de políticas concretas para contrarrestarla. Definió que se trata de un evento simbólico diseñado para reafirmar la necesidad de implementar y fortalecer los compromisos hasta ahora no cumplidos por los jefes de Estado y de Gobierno, tanto en reducción de emisiones de gases de efecto invernadero como en justicia climática que cuestiona a las principales economías del planeta.
mem/smp