Los futuros del crudo Brent sumaron 92 centavos a 85,53 dólares el barril, después de tocar el jueves un máximo de tres años de 86,10 dólares, con lo cual anotó su séptimo avance semanal seguido.
Para el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) la jornada fue también de alza con 1,26 dólares más para cerrar a 83,76 dólares el barril, cerca del pico de siete años que marcaron esta semana.
De acuerdo con los analistas los precios de la energía son impulsados por preocupaciones sobre una escasez de carbón y gas en China, India y Europa, obligando a algunos generadores eléctricos a pasar del gas al fueloil y el diésel.
Otros consideran que el suministro es muy ajustado, además de que el mercado está cauteloso sobre la posibilidad de un nuevo aumento de casos de la Covid-19 en Rusia, China y Alemania.
Tampoco faltan los que afirman que hay un riesgo real de que la cotización del hidrocarburo se dispare a corto plazo, ante la crisis energética internacional y mientras los productores de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios no tengan prisa por cambiar los planes de aumentar la demanda de manera gradual.
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