Ambas temáticas constituyen temas a analizar esta semana en el parlamento, el primero de ellos, un proyecto para prohíbe el otorgamiento de permisos y concesiones relacionadas con esas actividades.
Ante el debate, el presidente, Rodrigo Chaves, calificó en recientes declaraciones a la prensa de error ese proyecto que impulsa la asamblea legislativa de prohibirlo. A su juicio, constituye, además, un acto de fe sin racionalidad.
Es un error amarrar un país para que no pueda usar los recursos que dios le dio, subrayó el mandatario al recordar sus argumentos de cómo Noruega ha generado riqueza de manera sostenible, país al que, además, pidió asesoría, estudios y análisis para ponerlo en práctica en Costa Rica.
Y es que el proyecto contradice los planes del Gobierno, que desde 2023 estimula la idea de abrir la puerta a la exploración de esos recursos en contra de principios ambientalistas y de la moratoria aplicada en los últimos cuatro gobiernos, que se extiende hasta 2050.
A juicio de especialistas, la declaratoria por ley de Costa Rica como país libre de exploración de hidrocarburos corresponde a su tendencia internacional hacia las energías limpias y refuerza la marca ambientalista del país, lo cual favorece a otras industrias como el turismo.
No obstante, este asunto se sustenta en decretos presidenciales que pueden ser revocados por otro mandatario.
Otro de los temas que provoca grandes contradicciones, esta vez entre el Parlamento y el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) es la unificación de comicios municipales y nacionales, ante los nefastos resultados caracterizados por el abstencionismo de las más recientes del 4 de febrero, que buscaba la selección de seis 212 cargos locales.
En un video difundido por el jefe de fracción del Partido Unidad Social Cristiana Alejandro Pacheco, el diputado explicó las razones de su propuesta: Costa Rica no está dispuesta a realizar elecciones cada dos años, por eso este análisis. Genera grandes costos y se demostró que no bajó el abstencionismo, todo lo contrario.
Ante la reiterada propuesta, el TSE defendió sus consideraciones por las que no avalan una iniciativa de ley que pretende realizar el mismo día, las elecciones presidenciales y las municipales, procesos que en la actualidad se realizan desde 2016 con dos años de diferencia, a mitad de periodo presidencial.
El letrado del TSE, Andrei Cambronero explicó que la oposición se debe a una visión democrática, pues se considera que los gobiernos locales deben tener una visibilización, aparte de las elecciones nacionales, por la autonomía constitucional que tienen y por la apuesta de centralización que se hizo al transferir ciertas competencias a las municipalidades.
En una democracia madura y estable como la costarricense, un proyecto de esta naturaleza dificulta la posibilidad de que las personas electoras se informen de todas las posibilidades que tienen de un espectro de partidos políticos muy amplio, argumentó Cambronero.
De todas formas, ambos proyectos transitan por el camino de la discusión parlamentaria, y los votos tendrán la última palabra.
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