El hecho ocurrió en el municipio de Qamishli en la provincia de Hasakeh, a 700 kilómetros al nordeste de la capital Damasco, cuando un retén del ejército en la estratégica carretera M4 que comunica las provincias de Hasakeh y Alepo, bloqueó el camino y obligó al convoy a dar marcha atrás.
Imágenes difundidas por los medios locales mostraron a cinco vehículos blindados que son devueltos hacia las zonas controladas por la milicia separatista proestadounidense Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), tras una discusión cara a cara entre militares norteamericanos y su traductor, y el oficial sirio responsable del punto militar.
Semejantes incidentes son muy frecuentes en la zona entre militares y pobladores por un lado y las tropas de Estados Unidos por el otro, el último fue reportado el 28 de julio cuando un grupo de lugareños interceptaron un convoy militar de Estados Unidos.
El Pentágono envió tropas a Siria sin la autorización de su Gobierno ni de las Naciones Unidas bajo el pretexto de combatir el terrorismo, sin embargo, se concentran actualmente en torno a los campos de petróleo.
El gobierno de Damasco denunció repetidamente la presencia ilegal de las tropas norteamericanas, lo cual calificó de ocupación, y aseguró que las acciones del Pentágono en Siria incentivan la actividad terrorista y apuntan a desestabilizar el país y saquear sus riquezas.
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