La organización reivindicó la responsabilidad por la detonación de un pilón eléctrico que cortó la principal línea de transmisión energética de Kabul el pasado jueves, señaló la agencia de noticias afgana The Khaama Press.
La electricidad será reconectada esta noche, acotó la fuente.
Por otra parte, el Ministerio del Interior de Afganistán anunció la detención de tres personas acusadas de detonar la torre de alta tensión.
El sector eléctrico de Afganistán depende en gran medida de la energía importada, pues el país adquiere el 80 por ciento de este suministro de Irán, Tayikistán y Uzbekistán.
Se trata de un nuevo golpe a los esfuerzos de los talibanes por estabilizar el país, tras más de dos meses de su ascenso al poder en Kabul.
Desde que los muyahidines tomaron el control de Afganistán aumentaron los ataques del Estado Islámico contra ellos.
El grupo armado conquistó el país centroasiático mientras Estados Unidos y sus aliados de la OTAN sacaron sus tropas tras 20 años de ocupación, más de dos billones de dólares en gastos militares y miles de civiles muertos.
Los fundamentalistas radicales islámicos dominan una nación más empobrecida que hace dos décadas, con 11 millones de refugiados fuera del país, cinco millones de desplazados internos y la mayoría de la población al borde de la hambruna.
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