En su cuenta oficial en Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores señaló que el comportamiento de la representación norteamericana es ‘provocador y violatorio de la Convención de Viena’, que dicta el respeto de los diplomáticos a las leyes del país donde están acreditados y abstenerse de emitir juicios sobre sus asuntos internos.
También en esta jornada, el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Miguel Díaz-Canel, destacó que son frecuentes las reuniones de funcionarios estadounidenses con cabecillas de la contrarrevolución, a los que brindan orientación, estímulo, apoyo logístico y financiero.
‘En sus plataformas comunicativas, incluidas las redes digitales, emiten a diario pronunciamientos ofensivos que constituyen entrometimientos abiertos en los asuntos internos de la isla’, dijo en la clausura del II Pleno del Comité Central del PCC.
El también presidente de la República refirió cómo la embajada estadounidense busca información para difamar a Cuba en temas como derechos humanos, democracia y contradicciones sociales.
‘Pretenden identificar y promover líderes, sobre todo jóvenes, prepararlos en el extranjero, con el fin de utilizarlos para impulsar sus ideas antisocialistas, procapitalistas y neoliberales’, subrayó.
De igual forma, enfatizó en que varios representantes de la Casa Blanca insisten en sus pronunciamientos en redes sociales por mantener acusaciones contra la nación caribeña.
Además, precisó que esos esfuerzos por intentar subvertir el orden en Cuba no son nuevos, sino que han estado presentes desde el establecimiento de las secciones de intereses, en 1977.
Tales acciones vienen acompañadas por las medidas coercitivas de Washington para asfixiar económicamente al territorio insular, el uso de la mentira y la calumnia para campañas de descrédito, y de imágenes distorsionadas de la realidad, como parte de la guerra no convencional desplegada contra Cuba.
‘Frente a estas conductas no nos quedaremos de brazos cruzados; tenemos la determinación de enfrentarlo por vías como la denuncia pública; y contamos con herramientas poderosas: la unidad, la disciplina, las estrategias de trabajo aprobadas, la organización, y la claridad ideológica’, remarcó Díaz-Canel.
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